Hace unos días
señalábamos la llegada de la primera locomotora a Ciudad Rodrigo, en septiembre
de 1884. Llegó a la estación mirobrigense con personal directivo y empleados de
la empresa que estaba ejecutando las obras entre Salamanca y la frontera portuguesa.
La locomotora tiraba de una serie de plataformas, que sirvieron para 'acomodar'
a unos cuantos mirobrigenses y darles un pequeño paseo hasta el puente de
Almariego sobre el Águeda. Ahora fijamos la llegada del primer tren de
viajeros, una vez operativa la línea ferroviaria hasta Fuentes de Oñoro, que
servía para enlazar Medina del Campo con la frontera portuguesa.
Se venía
elucubrando desde hacía meses con la inminente inauguración oficial de la sección
del ferrocarril entre Salamanca y la frontera portuguesa, con la referencia sustancial
de la estación de Ciudad Rodrigo. Las fechas para la bendición de la nueva
línea férrea iban galopando a medida que pasaban las semanas, sobre todo tras
conocerse que el Consejo de Ministros celebrado el 28 de enero de 1886 había
aprobado la inauguración de este tramo, operativo con Salamanca desde el 30 de
septiembre de 1884[1]. Pero no quedaría fijada
la memorable fecha hasta que se concretó el domingo 23 de mayo de este año de
1886, aunque el servicio no comenzaría oficialmente hasta dos días después,
todo ello coincidiendo con la celebración de la tradicional Feria de Mayo.
Antigua estación del tres de Ciudad Rodrigo con sus operarios Foto Pazos |
El 23 de mayo, a las seis y media de
la tarde, “el señor obispo de la Diócesis, [José Tomás de Mazarrasa], revestido
de los ornamentos sagrados y acompañado de los cantores de la capilla, bendijo
las máquinas que, engalanadas con banderas y gallardetes, se habían colocado
mirando hacia Portugal en la vía más inmediata al anden y frente de un pequeño
altar donde tuvo lugar la ceremonia. Comisiones de todos los centros, representantes
de la prensa y numeroso público asistieron al acto que terminó con un ligero
refresco servido en dos dilatadas mesas colocadas en una sala y en el andén, respectivamente.
La música del Hospicio amenizó la fiesta, terminada la cual una máquina salió
con dirección a la frontera portuguesa, no sabemos con qué objeto[2]”.
El despiadado machismo que imperaba
en esta época se hizo evidente también en la celebración: “La concurrencia,
extraordinaria por lo numerosa, habiendo prohibido el paso a las señoras, lo
cual ha sido objeto de acres censuras por parte de todos”, afirmaba el redactor
de La liga de contribuyentes de Salamanca.
Tras la inauguración, el 25 de mayo
quedó establecido el servicio ferroviario, nutrido con dos trenes a diario “con
los nombres de correo y mixto”, que “salen respectivamente por mañana y tarde
hasta la frontera el primero y hasta Ciudad Rodrigo el segundo. Este servicio,
que es provisional, no está en combinación con el tren de Medina, causando por
esta razón molestias y perjuicios que se evitarán en breve, según tenemos
entendido, combinando el servicio de ambas líneas para hacer directo el viaje
desde Medina a la frontera portuguesa”, vaticinaba el citado semanario
salmantino.
El tren camino a la frontera portuguesa Foto Pazos |
La puesta en marcha de este servicio
se valoraba como un cambio completo para el devenir de Ciudad Rodrigo: “La
locomotora ha llevado un elemento civilizador a los pueblos que hoy forman las
estaciones y la ciudad mirobrigense empieza una nueva vida, ofreciendo hoy el
espectáculo allí inusitado de recibir, a más de los trenes ordinarios, dos
trenes de recreo diarios que con motivo de las ferias de aquella ciudad llegan
completamente ocupados por viajeros de la capital y de la frontera, que
concurren en extraordinario número a presenciar la fiesta nacional dirigida en
aquella plaza por el ponderado Luis Mazzantini[3]”.
Pero esto era en mayo. Trenes y
toros. Un binomio que seguiría aportando ilusión, esperanza y economía a los
mirobrigenses en los próximos años, aunque sin demasiada alegría popular.
[1] PERIS
TORNER, Juan, Salamanca a Portugal (Línea
FC). Artículo sobre la “Compañía del ferrocarril de Salamanca a la frontera
de Portugal”. Consulta electrónica realizada el 8 de mayo de 2014: http://euroferroviarios.net/modules.php?op=modload&name=Reviews&req=showcontent&id=3462:
“Los antecedentes de la solicitud de la concesión de un ferrocarril que, desde
Salamanca pasando por Ciudad Rodrigo, termine en la frontera de Portugal, se
contemplan en la autorización de las Cortes al Gobierno mediante la ley del 20
de agosto de 1873, por la que el Gobierno de la Republica pueda otorgar la concesión
al ciudadano inglés Jhon Dosmel, entendiendo que no es exclusiva y que puede
ser mejorada por cualquier otra proposición presentada antes de los noventa
días de otorgarse provisionalmente. La concesión fue otorgada de acuerdo con lo
establecido en la ley de ferrocarriles de 3 de junio de 1855, por 99 años concediendo
dos años para su ejecución, considerando su caducidad si Dosmel no presentara
el proyecto de la línea en el plazo de un año. La empresa parisina
‘Societé Financiere’ que había tomado gran parte del capital del ferrocarril de
Medina del Campo a Salamanca presentó los estudios de un ferrocarril entre
Salamanca y la frontera portuguesa pasando por Ciudad Rodrigo, con el objeto de
unirlo con la línea de vía ancha portuguesa de Beira Alta, consignando el 23 de
octubre de 1879 un deposito de 339.000 pesetas, presentado en cumplimiento de
la ley de 22 de diciembre de 1876, el proyecto de ferrocarril de enlace desde
esta línea con la portuguesa del Duero, enlazando en Barca D'Alva. Al solicitar
este ferrocarril surgió la oposición del Ministerio de la Guerra, aduciendo el
interés estratégico del ferrocarril de Boadilla a Barca D'Alva que formaba
parte del de Salamanca a la frontera de Portugal por indicación de la Ley de 22
de diciembre de 1876. La Administración decidió anunciar la subasta de todo el
ferrocarril que partiendo de Salamanca se bifurca en dos puntos de la frontera
enlazando con la de Beira Alta y con la del Duero. Dejado el anuncio de la
subasta a expensas de la aprobación del de Boadilla a Barca D'Alva y a las
modificaciones necesarias en el pliegote condiciones de la línea de Salamanca
por Ciudad Rodrigo a la frontera de Portugal, de acuerdo con el pliego de
condiciones particulares de la concesión aprobado en la R.O. de 21 de mayo de
1881, siendo aprobada la convocatoria en la R.O. de 3 de junio de 1881 (Gaceta de Madrid, 11.06.1881). La
subasta de concesión, realizada el 12 de septiembre de 1881, adjudicó la línea
a Henry Burnay, conde de Burnay quien actuaba en combinación de la ‘Societé
Financiere’ de París. La concesión fue ofrecida a un grupo financiero de
Oporto, quedando autorizado el gobierno portugués por la Ley de 22 de julio de 1882 a garantizar el interés
anual del 5% sobre la línea española, atendiendo a sus apetencias de conseguir
un enlace internacional, dando pie a la creación de la ‘Compañía del
Ferrocarril de Salamanca a la frontera de Portugal’. La constitución de la
sociedad el 8 de enero de 1885 se llevó a cabo en la notaria de Madrid de José
García Lastra [...] La compañía estableció el trayecto hasta la frontera de
Portugal, con dos ramales, uno que partiendo de La Fuente de San Esteban por
Ciudad Rodrigo, Fuentes de Oñoro y Vilar Formoso, abierto el 25 de mayo de
1886. Y otro de La Fuente de San Esteban por La Fregeneda y Barca D´Alva
abierto en dos etapas, una el 15 de junio de 1887 entre La Fuente de San
Esteban a Lumbrales y desde Lumbrales a la frontera hubo que solicitar un año
de prórroga concedido por la Ley de 14 de enero de 1887 (Gaceta de Madrid, 15.01.1887), hasta alcanzar el puente internacional
de 200 m
sobre el Águeda. El puente internacional sobre el río Águeda fue motivo de un
pleito contencioso administrativo culminado el 8 de octubre de 1891 por el que
la Compañía de los Ferrocarriles de Salamanca a la Frontera de Portugal pleiteó
contra el Estado sobre el estado de la concesión y el reparto del costo del
puente internacional entre las concesionarias de ambos la dos de la frontera.
Se falló en contra de la compañía concesionaria”, siendo construido el
puente internacional a costa de la concesionaria española cuya ejecución corrió
a cargo del contratista ‘Societé Anonyme Internacional de Construction et
Entreprise de Travaux Públics de Braine-le Comte’.
[2] De La liga de contribuyentes de Salamanca.
Asociación de los contribuyentes de esta provincia para la mutua defensa de los
mismos en sus relaciones con el Estado, o sea, paz, justicia, buena administración,
trabajo y economías. Núm. 148, de 30 de mayo de 1886.
[3]
Ibídem. Cfr. MUÑOZ GARZÓN, Juan Tomás. Toros en Ciudad Rodrigo. La
plaza del Hospicio (1871-1928). Trabajo inédito. Premio de investigación Julián Sánchez, el Charro en su vigésima sexta edición.
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