En
1940 los astilleros suecos Oresundsvarvet AB, ubicados en Landskrona, en la
costa oeste de Suecia, concluyen el encargo de la naviera noruega Moltzau &
Christensen, de Oslo, para construir un buque mercante, un petrolero que entre
otros nombres llevó el de Ciudad Rodrigo.
Como nos recuerda el investigador naviero José Luis
Torregrosa, el mercante se bautizó en las atarazanas suecas con el nombre de
Glomdal, pero nunca entró en servicio para los citados armadores
noruegos, siendo a la postre vendido para una naviera sueca en 1942.
El desarrollo de la II Guerra Mundial impidió que el Glomdal
estuviese operativo hasta 1945, cuando es “fletado y más tarde adquirido en
propiedad por el Instituto Portugués de Combustibles, pasando a la Sociedad
Portuguesa de Navíos Tanques Ltda. (la naviera Soponata), que lo rebautizó con
el nombre de Aire.
El Aire estuvo vinculado a la citada naviera
portuguesa hasta 1952. En el mes de julio de ese año, la Compañía Española de
Petróleos SA (Cepsa) adquiere el petrolero Aire para rebautizarlo, de
nuevo, con el nombre de Ciudad Rodrigo. La razón de esta denominación
viene significada por el hecho de que los dirigentes de Cepsa decidieron en ese
momento asignar a los buques de su flota mercante los nombres de localidades
con un protagonismo específico en la Guerra de la Independencia.
Así, entre otros nombres de buques de la flota de Cepsa,
en ese momento, a finales de los años cincuenta, nos encontramos con los de Gerona,
Zaragoza, Bailén,
Bruch,
Ciudad Rodrigo, Arapiles, Vitoria, Albu
era y Monteleón.
En construcción estaban por entonces los nuevos buques Astorga, Talavera
y San Marcial.
Fotografía del mercante Ciudad Rodrigo en su última época |
El mercante Ciudad Rodrigo, tras su adquisición a
la naviera portuguesa y después de la correspondiente inspección en los astilleros
de la Sociedad Española de Construcción Naval, en Cádiz, fue destinado al
tráfico entre las Islas Canarias, la península, el norte de África y la
entonces colonia de Guinea Española, según apunta el citado investigador Torregrosa,
quien también facilita las características técnicas del Ciudad Rodrigo, que
contaba con una eslora total de 112,1 metros ; 14,48 metros de manga
y 6,82 de calado, con un puntal de ocho metros y una velocidad media de 10
nudos, que conseguía gracias a un motor Sulzer 6SD48 de 1.500 caballos. El
registro neto era de 2.246 toneladas, mientras que el bruto llegaba a las 3.942
toneladas, con un peso muerto de 5.959 toneladas.
El Ciudad Rodrigo necesitó en 1962 una reparación
en los talleres Nuevo Vulcano, de Barcelona, que supuso una inversión de 55
millones de pesetas. “El
23 de
junio de 1965 realizó la primera descarga en las instalaciones de DISA en
Salinetas (Gran Canaria) y en el mes de noviembre de 1967 transportó la primera
carga de productos refinados de las instalaciones de Cepsa en Algeciras”, refiere
Torregrosa.
Ya con el casco pintado de rojo, fue dedicado al tráfico interinsular
canario y a realizar labores de bunker ship en aguas del antepuerto
tinerfeño. El 5 de julio de 1983 fue adquirido por la Sociedad Marítima de
Pesca y Desguace y destinado al suministro de combustible a pesqueros españoles
en aguas africanas y de las Islas Seychelles. Fue necesario cambiarle el motor
principal, pasando más tarde a navegar con pabellón panameño, ya con el nombre
de Acuario Díez.
Fue su última denominación, hasta que en el mes de junio
de 1987 fue desguazado en la factoría de Sevilla.
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