El 3 de noviembre de
1844 Santiago Fernández Bazán, alumno de la Academia de Ingenieros de
Guadalajara[1], coloca en una de sus
dependencias el retrato de Juan Martín Zermeño[2],
teniente general y director del Real Cuerpo de Ingenieros. Unos meses antes,
concretamente el 13 de junio, se había transmitido la orden para que “se
proceda a formar con brevedad”[3]
su biografía de acuerdo con el formulario vigente y se remita, junto con la de
su hijo Pedro Martín Zermeño[4]
y otras, al anunciado como Gabinete de Manuscritos de Biografías, en Madrid.
Ante la certidumbre de que Juan
Martín Zermeño era natural de Ciudad Rodrigo[5],
se cursan diferentes oficios a través de la Dirección de Subinspección de
Ingenieros de Castilla la Vieja para que se averigüe la fecha de nacimiento del
citado ingeniero militar. En uno de ellos, fechado 7 de diciembre de 1847, se
insta a la Comandancia de Ingenieros de la plaza de Ciudad Rodrigo a que, a
través del Tribunal Eclesiástico del Obispado civitatense, se dé la orden
oportuna para que los párrocos revisen los libros de bautismo y localicen, si
es posible, la partida de Juan Martín Zermeño. De ello se encarga Tomás Quirós,
canónigo y secretario capitular y de gobierno de la mitra de Ciudad Rodrigo,
siguiendo la pauta marcada por el vicario capitular Juan de Rentería[6].
Retrato de Juan Martín Zermeño en el Archivo General Militar. |
La búsqueda se centrará inicialmente
en las parroquias de San Andrés y San Cristóbal, aunque posteriormente se
extenderá al resto de la ciudad. Sólo se contaba con el dato -no desencaminado,
por cierto, ya que vivió y murió su madre en la calle Peramato- de que la
familia del ingeniero militar había morado en el Arrabal de San Francisco, una
populosa barriada rodericense diezmada tras los sitios a que fue sometida la
ciudad en 1810 y 1812, y también se apuntaba que podría haber nacido en los
años comprendidos entre 1675 y 1700. Además, se añadía una dificultad mayor: se
ignoraba el nombre de los padres.
Agustín Vicente, cura párroco de San
Andrés, el 23 de diciembre de 1847 informa al obispado de sus infructuosas
gestiones para localizar el apunte bautismal del ingeniero: “Habiendo
reconocido escrupulosamente –dice- los libros de bautismo de esta parroquia de
San Andrés, especialmente desde el año 1675 hasta el de 1700, no aparece la
partida de bautismo del Excmo. Sr. D. Juan Martín Cermeño”. Más fácil lo tuvo
el sacerdote Manuel Cuadrado, párroco de San Cristóbal. El 26 de diciembre se
dirige a uno de los gobernadores del obispado civitatense para informarle de
que “de los libros de bautizados que existen en esta parroquia, el más antiguo
dio principio en el año de 1766, por cuya razón no existe la expresada partida
en los libros”.
La
investigación se extiende al resto de las parroquias. Juan de Rentería
encomienda el 28 de diciembre nuevas diligencias a Domingo Grande, párroco de
San Isidoro, en donde se custodiaban asimismo los libros de bautizados de las
parroquiales extintas de San Pedro y San Juan. Las averiguaciones fueron
también infructuosas. En una carta, fechada el 30 de diciembre, afirma que “he
registrado detenidamente los libros de partidas de bautismo que se hallan en mi
poder; a saber: las de las parroquias de San Juan y San Pedro desde algunos años
antes y después de las fechas que se citan; el único de Santo Tomé, [parroquia]
unida a San Pedro, desde 1660 hasta 1681 en que concluye; y el que existe del
Espíritu Santo, unida a su extinguida de San Pedro, desde 1681 en que da
principio hasta varios años después de 1700; y en ninguno se halla la partida
que se desea”. Además, el párroco aclara que en la parroquia de San Isidoro no
hay libros de aquella época por “haber perecido en la última conquista y
reconquista de esta plaza contra los franceses”.
Sólo
quedaban por consultar los libros de bautismo de las parroquias que se
encontraban vinculadas a la Catedral civitatense. De revisarlos se encargó el
propio Tomás Quirós, por encomienda expresa del vicario capitular, y concluyó
con el mismo resultado: “No ha sido hallada la partida del Excmo. Sr. D. Juan
Martín Cermeño que se reclama”.
A
la vista de lo infructuoso de la búsqueda, tanto de los datos filiales como de
la fecha de nacimiento de Juan Martín Zermeño, el director de la Subinspección
de Ingenieros de Castilla la Vieja, con sede en Valladolid, eleva un oficio al
ingeniero general el 16 de enero de 1848 en el que le traslada la información
recibida desde Ciudad Rodrigo, fechada el día 12. Se especifican las gestiones
realizadas ante el obispado y la imposibilidad de encontrar la partida
bautismal del citado ingeniero militar, afirmando el coronel comandante de
aquella plaza que “ya no puedo hacer más” e intenta justificar el fracaso de
las diligencias realizadas al explicar que “no extraño este resultado, pues que
es sabido lo que padeció esta población en la Guerra de la Independencia y
especialmente su, en otro tiempo, extenso Arrabal de San Francisco, donde se
dice que existió esta familia”.
Busto en mármol de Zermeño, obra de Robert Michel |
Con
este escrito, se dan por concluidas las diligencias, sin averiguar la fecha de
nacimiento del ingeniero militar Juan Martín Zermeño y, por lo tanto, sin
confirmar documentalmente su vinculación con Ciudad Rodrigo. Sin embargo, la
investigación realizada por Domingo Grande, párroco de San Isidoro, no fue todo
lo escrupulosa que pudiera pensarse. En el libro de bautizados de la parroquia
de San Juan Bautista[7]
de Ciudad Rodrigo, que comienza el 29 de octubre de 1693 y concluye el 19 de
noviembre de 1724, en el folio 41 vuelto se halla la partida de bautismo de
Juan Martín Zermeño, firmada por el licenciado José Hernández Baz, que pasó
desapercibida para el párroco, tal vez porque en los datos de la madre del
ingeniero militar no figura el cognombre Zermeño, sino Hernández, que
corresponde con su primer apellido. En el apunte bautismal se aclara que Juan
Martín Hernández Zermeño nació el 14 de junio de 1700 y que fue bautizado el 25
de ese mismo mes. Sus padres eran Domingo Martín e Isabel Hernández[8],
ejerciendo de padrino Francisco Barroso, quien también lo sería más tarde de
sus dos hermanas: María, nacida el 12 de mayo de 1705, y Antonia, bautizada el
3 de enero de 1708. [9]
El dato, que en principio podría considerarse
aventurado porque en ese mismo libro aparecen varios juanes hijos de otros Domingo Martín e Isabel Hernández, queda
totalmente respaldado por la documentación que presentan Juan Martín Zermeño y
su hijo Pedro en 1767 en los ayuntamientos[10]
de Talamanca y Ciudad Rodrigo. En el libro de sesiones del Ayuntamiento
mirobrigense correspondiente al citado año, se incluye la “copia auténtica de
diligencias de filiación y pruebas que acreditan la notoria nobleza e hidalguía
del Excmo. Sr. D. Juan Martín Cermeño, teniente general de los Reales Ejércitos
y comandante general del Real Cuerpo de Ingenieros, y del Sr. D. Pedro Martín
Cermeño, su hijo, caballero del Orden de Alcántara, comendador de Villafamés en
la de Montesa, brigadier e ingeniero director de los Ejércitos y Plazas de Su
Majestad, vecinos y originales de esta ciudad”. Se trata de un memorándum que
recoge copias de sus partidas bautismales y otras de algunos de sus familiares
directos, así como una serie de datos interesantes para abundar en las
biografías de estos ingenieros militares cuyos ancestros estuvieron vinculados
con Ciudad Rodrigo desde principios del siglo XVII y que supusieron el
asentamiento en Castilla de una de las ramas del apellido Martín que tenía su
raíz, su Casa Solar Infanzona, en el Reino de Galicia, concretamente junto a la
sierra de Somoza Mayor, cerca de Monforte de Lemos, en la provincia de Lugo.
Este origen nobiliario, el reconocimiento de la estirpe e hidalguía del linaje
Martín, provocarían una serie de litigios abanderados primero por Domingo
Martín de Castro, abuelo de Juan Martín Zermeño, y más tarde por el propio ingeniero
militar y su hijo Pedro, para exigir el reconocimiento nobiliario que habían
ganado por carta ejecutoria y en juicio contradictorio ante el fiscal real y el
concejo y vecinos de Talamanca[11]
el capitán Martín Álvarez de Somoza y su hijo Antonio Martín de Ulloa, quinto y
cuarto abuelos, respectivamente, de Juan Martín Zermeño.
[1] Estuvo ubicada desde 1833 a 1924 en el solar que
hoy ocupa el Archivo General Militar de Guadalajara.
[2] El apellido documentalmente figura escrito tanto
‘Cermeño’ como ‘Zermeño’, aunque nos inclinaremos por este último por ser el
que utilizó el propio ingeniero militar.
[3] Archivo General Militar de Segovia. Personal. Caja 94,
expediente 7. Todas las referencias documentales que siguen están vinculadas a
este registro.
[4] Pedro Teodosio Martín Fernández y Paredes Fernández y
Gamiz. Nació en Melilla el 26 de marzo de 1722 y murió en La Coruña el 15 de
diciembre de 1790, siendo Capitán General del Reino de Galicia y regidor del
Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo.
[5] Testamento de Juan Martín Zermeño. Archiú Históric de
Barcelona y Archivo General Militar de Segovia: Sepan
quantos vieren esta publica escritura de testamento como yo Don Juan Martín de
Zermeño, theniente General de los Exercitos de Su Magestad e Inginiero General
de sus Reales Dominios, natural de Ciudad Rodrigo en el Reyno de Leon hijo
legítimo y de legítimo matrimonio de los señores Don Domingo Martín y Doña
Isabel Hernández…
[6] Desde 1843 y hasta 1867 estuvo vacante la sede
episcopal.
[8] La partida bautismal dice textualmente: En la ziudad de Ciudad Rodrigo a veinte y
cinco días del mes de junio de mill y settecientos, yo el licenciado Joseph
Hernandez Baz, vicario de la yglesia parrochial del Señor San Juan Baptista de
estta dicha Ciudad, vapttice y puse los Santo óleos y el chrisma a Juan hixo de
don Domingo Marttin y de doña Isauel Hernandez; fue su padrino don Francisco
Barroso. Hauia nacido el vapttizado a cattorce dias de dicho mes y año. Y lo
firmo. Licenciado don Joseph Hernandez Baz.
[9] Archivo Diocesano de Ciudad Rodrigo. Libro de
bautizados de la iglesia de San Juan Bautista. 1693-1724
[11] Los antepasados de Juan Martín Zermeño se asentaron en
esta localidad madrileña en 1510.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en esta página.