Fue un Carnaval
que hubiera pasado desapercibido si no fuera por la desgracia con la que
concluyó. Apenas hay ninguna referencia documental sobre el desarrollo del
antruejo de 1893, ni siquiera noticias en los libros de sesiones del
Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, algo inusual, casi extraordinario en el devenir
de la historiografía mirobrigense sobre aquel periodo.
Señala la prensa allende la
geografía salmantina[1] que
el 14 de febrero, a la sazón Martes de Carnaval, cuando se celebraba el último
desencierro matinal con los novillos que se habían destinado a la lidia, la
conocida “prueba”, y todavía dentro del recorrido urbano, “un anciano de
setenta años, a causa de la embriaguez de que era víctima –en otro medio se
achaca a una ‘enajenación mental’-, pretendió torear a uno de los bichos y fue
derribado al suelo, recibiendo varias heridas de consideración, habiendo fallecido
momentos después[2].”
Partida de defunción en el correspondiente libro parroquial |
Se trataba de Sebastián Martín
García, de 72 años de edad, viudo[3],
natural de Serradilla del Arroyo y residente habitualmente en la alquería de
Cantarranas, aunque en el momento de la tragedia había trasladado su residencia
a la calle del Voladero, en Ciudad Rodrigo. Pese a que en las crónicas se
apunta que Sebastián rondaba los 70 años de edad, tanto en el acta de defunción
del Registro Civil de Ciudad Rodrigo como en el libro de defunciones de la
parroquial de San Cristóbal, en donde figura su inscripción fúnebre con el
número 10[4], se
señala que contaba con 80 años. La partida bautismal de la parroquia de San Lorenzo,
de Serradilla del Arroyo, aleja todas las dudas posibles, al fijar su
nacimiento el 13 de julio de 1821[5].
Tras la cogida, las
atenciones sanitarias de que fue objeto, si las tuvo, fueron infructuosas dada
la gravedad de sus lesiones. Fue trasladado a su domicilio, en donde falleció a
la una de la tarde del 14 de febrero, según se apunta en el acta de defunción
del Registro Civil. La inscripción fue tramitada por José Marqui Iglesias,
alguacil, y se hizo por orden del juez de instrucción de Ciudad Rodrigo. En el
registro no se señalan las causas que produjeron la muerte de Sebastián Martín,
aunque el parte de lesiones no deja lugar a dudas: “Había fallecido en su
domicilio a la una de la tarde a consecuencia de fractura de la novena costilla
derecha, rotura diafragma y rotura del hígado, según aparece del informe
facultativo[6]”. Sin embargo, la
inscripción en el libro parroquial de Sebastián Martín aclara la procedencia de
esos traumatismos: “Falleció en el día anterior a la fecha a consecuencia de la
cogida de un novillo a la salida del ganado”.
[1] Entre
otros periódicos, la noticia se ofrece en las páginas de El heraldo de Madrid, La
época, La crónica de Huesca o La opinión.
[2]
Reseña de El heraldo de Madrid,
número 836, de 16 de febrero de 1893.
[3] Se había
casado en primeras nupcias con Encarnación Mateos, de cuyo matrimonio tuvo dos
hijas, Isidora y Felipa. Posteriormente, se casó con Petra Hernández, de quien
también enviudó.
[4]
ARCHIVO DIOCESANO DE CIUDAD RODRIGO. Libro de defunción de la parroquia de San
Cristóbal, de 1882 a
1899. Con el número 10 de 1893 figura la siguiente inscripción: “Nº 10. Sebastián
Martín, viudo de Petra Hernández; febrero, 14/93. En Ciudad Rodrigo, capital de
su Obispado, en el día quince de febrero de mil ochocientos noventa y tres, yo
el infrascrito párroco de la misma, mandé dar sepultura eclesiástica en el
cementerio de ella a el cadáver de Sebastián Martín, natural de Serradilla del
Arroyo, de oficio hortelano, residente en Cantarranas, parroquia de Pedrotoro,
viudo de Petra Hernández, de esta naturaleza; y falleció en el día anterior a
la fecha a consecuencia de la cogida de un novillo a la salida del ganado. No
recibió ningún auxilio espiritual. Se le hizo oficio de sepultura, siendo de
edad de ochenta años; y testigos del sepelio, Pedro Hernández y Florencio
Pérez. Y para que conste firmo, fecha ut supra. Ciudad Rodrigo. En mendado.
Vale. Fdo.: Pedro Galache y Gómez”.
[5] ADCR.
Libro de bautismos de la parroquia de San Lorenzo, de Serradilla del
Arroyo. “En Serradilla del Arroyo, en
catorce de julio de mil ochocientos veinte y uno, yo infrascrito vicario, cura
párroco del referido lugar, bauticé solemnemente a Sebastián, que nació el
trece de dicho mes y año entre las cinco y las seis de la tarde; hijo legítimo
de Antonio García, digo Martín, e Isabel García; nieto por línea paterna de
Francisco Martín y Bárbara Sánchez, naturales de Zamarra; y por materna de
Domingo García y Antonia Redondo, naturales de este pueblo. Fue su padrino
David Marcos, a quien advertí el parentesco de espiritualidad y demás
obligaciones, siendo testigos Agapito García, Matías Prieto y otro más. Y en fe
de ello, lo firmo, fecha ut supra. D. Sebastián Gonzalo.”
[6]
REGISTRO CIVIL DE CIUDAD RODRIGO, número 46, Sebastián Martín García. N.º 62221
/12.
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