martes, 30 de diciembre de 2014

El incendio del Casino y El Porvenir en el Carnaval de 1954

Se aventuraban unas Fiestas Tradicionales históricas y, desgraciadamente, sí lo fueron. El domingo antes de Carnaval se propaló a los cuatro vientos la celebración del antruejo mirobrigense. Después de los vanos intentos del año anterior con el poeta Agustín de Foxá, el historiador jaenés Rafael Láinez Alcalá pronunció el que sería el primer pregón del Carnaval del Toro, un acto multitudinario, festivo, que también sirvió de homenaje a otro referente de la antonomástica fiesta mirobrigenses: Agustín San Ezequiel, Triguito.  Después llegaría la sana alegría iniciada con los festejos taurinos del sábado siguiente. Todo iba bien... hasta que en la madrugada del Martes de Carnaval de 1954 se desató un voraz incendio que destruyó completamente los locales del Casino Mirobrigense y de El Porvenir, anexos al Teatro Nuevo. Todos los esfuerzos por sofocar el fuego fueron inútiles. Esos centros de referencia para los mirobrigenses fueron devorados por las llamas. Pérdidas cuantiosas... Lamentos y tristeza general. Era Carnaval y la fiesta siguió. No era el final previsto, ni mucho menos. Pero, como otras tantas veces ha ocurrido en la historia carnavalesca, los mirobrigenses se sobrepusieron ante la desgracia vivida unas horas antes y la fiesta continuó hasta el último desencierro, que dio paso a los bailes previstos, incluido el del Teatro Nuevo.

El café El Porvenir y el Casino Mirobrigense en llamas
     Más que glosar la tragedia que arrasó el Casino Mirobrigense, dejemos que sean los periodistas de turno –en este caso seguiremos a Lorenzo Martín Báez, corresponsal de La Gaceta Regional en Ciudad Rodrigo- quienes nos cuenten lo sucedido aquel 2 de marzo, Martes de Carnaval de 1954:
            Un violento incendio destruyó en las primeras horas de la mañana de hoy el edificio conocido por Teatro Nuevo, en la parte que ocupaban el Casino Mirobrigense y el café El Porvenir, y que está situado en la calle del Generalísimo.
Cartel anunciador de las Fiestas Tradicionales de 1954
      El fuego debió iniciarse después de las cinco y media de la mañana, porco más de una hora después que el numeroso público que había asistido a los bailes, en el teatro y en el casino, hubiera abandonado los locales. Los primeros en darse cuenta del fuego fueron los empleados de la empresa El Pilar, que salían con un autobús de la autoestación de dicha empresa, situada frente al edificio siniestrado.
     Dieron la voz de alarma y varios jóvenes que aún circulaban por la calle del Generalísimo consiguieron, después de grandes esfuerzos, que el conserje municipal tocase la campana en señal de alarma, pues este empleado creía que era una broma carnavalesca.
   Entre los primeros que acudieron al lugar del siniestro, se encontraban el dueño del café El Porvenir, don Juan José Sánchez y Sánchez que, acompañado de varios empleados, se encontraba tomando chocolate en un establecimiento abierto durante estas fiestas en la Plaza del Caudillo. El dueño y los empleados habían estado tomando una segunda cena en la cocina del café, por lo que no exageramos si decimos que habían salido del edificio un cuarto de hora o media antes de la señal de alarma.
Mirobrigenses y forasteros colaboran en la extinción del incendio
            La primera actuación del señor Sánchez y de sus empleados fue avisar a su esposa, familiares y servidumbre, que se encontraban acostados dentro del edificio para que pudieran ponerse a salvo. Las numerosas personas que acudieron desde los primeros momentos, ayudaron al dueño y sus empleados a sacar utensilios del establecimiento, ya que nada podían hacer en cuanto al Casino. A pesar de los esfuerzos de los bomberos voluntarios mirobrigenses, cuya labor no podemos menos de elogiar, ya que se portaron heroicamente, y de las numerosas personas que acudieron a ayudar a sofocar el incendio, no puedo evitarse que esta parte del inmueble quedase totalmente destruida, consiguiendo únicamente que el fuego no se propagase a la parte ocupada por el Teatro Nuevo, y en el que estos días actúa con éxito la compañía de Pepita Serrador.
Titular y subtítulos de La Gaceta Regional de Salamanca sobre el suceso
   Poco después de darse la señal de alarma, fueron llegando al lugar del fuego las autoridades locales. Allí vimos desde el primer momento al juez de instrucción, al alcalde, al jefe local del Movimiento y otras jerarquías; al capitán jefe de la Guardia Civil, señor Perrino, con las fuerzas a sus órdenes, algunos de cuyos miembros fueron de los primeros en acudir.
            Allí también se encontraba la guardia municipal con su inspector al frente; la directiva del Cuerpo de bomberos y los jefes del parque activo.
            Ante la magnitud del fuero y pensando que tal vez los elementos locales resultasen insuficientes si se levantaba el viento, las autoridades llamaron a Salamanca, donde se dispuso que acudiese a nuestra ciudad un tanque de bomberos salmantinos, cuyo personal actuó bajo las órdenes del aparejador municipal de Salamanca, don Vicente del Río. Llegaron a Ciudad Rodrigo a las 8,40 y en aquellos momentos ya estaba sofocado el siniestro, ya que se había derrumbado la techumbre y aislada la propagación al teatro y edificios colindantes.
Bomberos y fuerzas del orden coordinan los trabajos de extinción del fuego
     No obstante, el tanque y los bomberos salmantinos prestaron una valiosa cooperación para terminar de sofocar el fuego. A mediodía regresaron a la capital de la provincia.
 El gobernador civil de la provincia, que desde el primer instante estuvo informado del siniestro y de la posible propagación del mismo, dispuso que fuerzas de la Guardia Civil de Fuentes de Oñoro y otros destacamentos acudiesen a esta población. Al frente de ellas llegaron el capitán señor Sojo y el teniente señor Fernández. También llegó a esta población rápidamente el teniente coronel de la comandancia salmantina.
            Las fuerzas y sus superiores abandonaron la población a última hora de la tarde, cuando se consideró que ya no serían necesarios sus servicios.
El público observa el estado del edificio tras el control del incendio
 Como desde los primeros momentos estuvimos en el lugar del siniestro y nos une una gran amistad con el propietario del café El Porvenir, le hemos preguntado al señor Sánchez sobre la posible causa del fuego. El amigo Sánchez, que lleva con gran serenidad tan dura prueba, nos dijo que él cree firmemente que el fuego debió se motivado por alguna colilla tirada sin apagar en la parte baja del estrado que ocupa en las fiestas del Casino la orquesta de baile. El salón, anoche, estaba lleno de papelines y serpentinas.
            Las pérdidas del edificio, mobiliario, biblioteca del Casino y los perjuicios sufridos por el señor Sánchez, que además de propietario del café es repostero del Casino, deben sobrepasar al millón y medio de pesetas.
Las autoridades se interesan por las consecuencias deparadas por el fuego
            La orquesta Ritmo ha perdido sus instrumentos y lo mismo ha ocurrido a varios músicos de Salamanca que estos días refuerzan el conjunto local. Por este concepto las pérdidas deben aproximarse a pesetas 50.000.
  Hay que destacar la actuación del conserje del Casino, señor Pedro, que con riesgo de su vida penetró en la conserjería para salvar los libros de contabilidad y documentos a su cargo. Su actuación ha sido muy elogiada. Tampoco debemos silenciar la actuación de un grupo de alumnos de la Universidad salmantina, en su mayoría vascos, que prestaron un gran servicio al logar salvar enseres del café El Porvenir y acudir con cubos de agua desde los primeros momentos para tratar de sofocar el fuego. Destaquemos también esa legión de mirobrigenses que ayudaron a los bomberos en sus trabajos y a sacar enseres del café El Porvenir.
Estado que presentaba el edificio tras el incendio
            El edificio siniestrado fue construido en 1900 y su inauguración coincidió con aquella exposición regional celebrada en esta ciudad y para la cual un grupo de destacados mirobrigenses levantó este edificio, que alojaba el Casino, el café y el Teatro Nuevo. Este último es el que ha quedado totalmente en pie, sin sufrir daño alguno.
     Un retén del Cuerpo de Bomberos monta guardia esta noche entre las ruinas, por si ha quedado algún rescoldo.

1 comentario:

  1. lo recuerdo perfectamente. al oir la campana crei que era el encierro y me asome al balcon. aunque ni madre me retiro rapidamente la impresion de aquella enorme antorcha en un edificio en que habia entrado muchas veces me persiguio muchos anos

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