Los trámites
se aceleran y el 28 de octubre de 1885 el Ayuntamiento y la Guardia Civil
firman el contrato de cesión del inmueble destinado a cuartel, con una serie de
condiciones para ambas partes:
Don Emilio
Maroto y Ansardo, comandante primer jefe de la Guardia Civil de la provincia de
de Salamanca, y el ilustre Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, en la misma
provincia, siendo su presidente don Juan Aparicio López, han convenido en dar
el segundo gratuitamente una casa de su propiedad compuesta de un piso, sita en
la plaza de Santo Domingo, ex convento del mismo nombre, sin número, para que
la ocupe sin tiempo determinado la fuerza del Instituto situada en dicha
ciudad, cuya casa reúne las condiciones siguientes:
Grabado de Emilio Maroto procedente de la Ilustración Nacional |
1ª.- Un
portal en la planta baja con su escalera para subir al piso.
2ª.- Contiene
siete habitaciones para individuos casados, compuestas de una sola ventana y
cristales, dos alcobas en cada una, aunque de pequeña capacidad, son su puerta
y luces suficientes.
3ª.- Cuatro
cocinas independientes con dos hornillos cada una, aunque bastante reducidas;
también con puertas y luces.
4ª.- Un
pasadizo que da entrada a todas las habitaciones y cocinas, también con ventanas,
puertas y cristales.
La cesión
gratuita del expresado edificio queda pactada entre ambos contratantes bajo las
siguientes condiciones:
1ª.- El
ilustre Ayuntamiento queda obligado a practicar en ella todas las obras que
sean necesarias por efecto de su uso natural y a reparar los desperfectos que
ocasionen los temporales.
2ª.- Las
obras que haya necesidad de practicar por descuido o mal trato de la finca,
serán pagadas precisamente por sus moradores.
3ª.- Cuando
el ilustre Ayuntamiento exija el rescindimiento de este contrato, lo avisará
con dos meses de anticipación al jefe de la comandancia.
4ª.- Al ser
entregada la casa a su propietario se hará con el completo de cristales, ventanas,
cerraduras y puertas con llaves en cuya forma lo recibe también el Cuerpo.
Este contrato
tendrá el mismo valor que si fuera escritura pública, se señala antes de
rubricar ambas partes el documento.
Los trabajos
planteados por el maestro de obras municipales no llegarían a ejecutarse en
toda su extensión o, tal vez, se deterioraron más rápido de lo deseable, si nos
atenemos a lo que unos años más tarde, ya iniciado el siglo XX, se plantea en
el Consistorio.
Después de
haber sopesado la posibilidad de destinar una parte de los pabellones en pie
del exconvento de Santo Domingo a viviendas para pobres, el Ayuntamiento conoce
el 26 de marzo de 1904 un nuevo proyecto para el cuartel de la Guardia Civil en
Santo Domingo, adaptando las dependencias que se encontraran en mejor estado al
fin previsto. Pero, tras la inspección pericial realizada en el mes de junio,
se llega a la conclusión del mal estado general de la casa cuartel de la
Guardia Civil. A finales de año se da cuenta de las obras de mantenimiento que
se realizan en el edificio, aunque las habitaciones que alberga el inmueble,
como constatamos en un informe realizado en febrero de 1906, presentan nulas
condiciones de habitabilidad, por lo que unos meses después se emprenden nuevos
trabajos en las dependencias de acuartelamiento de la Benemérita.
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