En 1747, unos
40 años después de los sitios y bombardeos derivados del protagonismo de Ciudad
Rodrigo en la Guerra de Sucesión, una buena parte de los edificios situados
entre la Catedral y la muralla seguían arruinados. En un documento que se conserva
en el Archivo Histórico de Ciudad Rodrigo[1],
el 25 de abril de 1747, junto con una representación del concejo, se reúnen los
peritos nombrados para el reconocimiento de las casas y los solares arruinados
en ese momento.
Es una descripción calle por calle, para la que se nombra a
Francisco Gómez Franco (contador de rentas reales y notario mayor de la
Audiencia eclesiástica), a Francisco Flores, José Hernández y Baltasar
Hernández Sierra, como vecinos y naturales de la ciudad, “para que como tales y
personas ancianas puedan con expresión y claridad dar razón de los solares y
casas arruinadas que hay y se hallan en ella”. De esta forma, explican que en el campillo de dicha Santa Iglesia
Catedral reconocieron un solar de casa arruinada que pertenece al vínculo que
goza [falta el nombre] de Paz y Quirós, natural de esta dicha
ciudad, sargento mayor y del regimiento de milicias de Huelva, reino de
Sevilla, que comúnmente se llama dicho solar del vínculo de los Saldanas que
linda por la parte de dicha Catedral con casas vinculadas que goza doña Isabel
de Paz y Nieto, vecina de Ledesma, y por la otra parte con casas del Cabildo de
dicha Santa Iglesia, y por detrás con la que sirve para la fábrica del pan de
munición perteneciente al vínculo de los Honoratos que goza don Francisco
Osorio Girón por la representación de su hijo menor.
Proyecto para la formación de un cuartel en el entorno de la Puerta del Rey en 1751 |
Sigue
la descripción de la zona señalando que los
expresados peritos reconocieron inmediato a la Puerta del Rey un vago a la
derecha conforme se baja de dicha Santa Iglesia, donde conocieron fabricadas,
como lo manifestaron los cimientos, casas principales: la primera,
perteneciente al mayorazgo de los caballeros Sorias que al presente goza doña
Francisca de Soria Arias y Mercado, vecina de León, que administra el presente
escribano, de la que está metido un pedazo de corral para el uso de una casa de
dicho Cabildo, en que vive don Nicolás Martín, racionero de dicha Santa
Iglesia; y la otra, por bajo, perteneciente al mayorazgo que comúnmente llaman
de los Centenos de Indias por estar sus poseedores en aquellos reinos y gran
ciudad de El Cuzco, que administra don Diego Antonio González; y ambas, por
detrás lindaban con el muro de esta ciudad en donde al presente está metida
mucha parte de lo que eran jardines y corrales de dichas casas. Y aunque a
éstas las seguía otra casa principal, que llaman de los Valderas, no se pone
por estar la mayor parte de su territorio incorporado en el terraplén de dicha
muralla y bóveda de dicha Puerta del Rey, condenada actualmente. Es decir,
en aras a la seguridad de los vecinos y, posiblemente, por los desperfectos
ocasionados en las acciones bélicas, se decidió clausurar la puerta. En 1766,
el ingeniero Juan Martín Cermeño redactará un proyecto para su fortificación,
que no llegará a plasmarse en la realidad.
La
relación de los edificios y solares que realizaron los peritos continúa: Item,
frente del paraje citado y a izquierda de la calle, reconocieron hecho solar y
arruinada la casa principal del mayorazgo de los Robles y Chaves que al
presente goza y posee el excelentísimo señor don José de Caves [sic] Osorio, marqués de Almodóvar de Cavo [sic,
aunque parece que será del Campo, por referencias anteriores] del Supremo Consejo de Guerra y capitán
general de los reales ejércitos; de la que se hallan algunas paredes levantadas
y mucha parte de su material en el centro porque era una de las fábricas más
superior y lucida de esta ciudad, la que fue arruinada, con las demás citadas
en este paraje, con las baterías del ejército portugués en el sitio que la pusieron
el año pasado de mil setecientos y seis, por donde fue tomada, la cual está
exenta con calles a los lados, por detrás, el campillo que llaman de Pacheco
Melgar, donde también había otras casitas que sus suelos están unidos a dicho
campillo.
Item, frente de la referida
casa, por el lado del poniente y en la calle de Pacheco Melgar y en el medio de
las casas de los mayorazgos de los Barbas, Osorios y Melgares que goza el
primero, don Juan Agustín Álvarez Maldonado, y el segundo don Tomás de Castro y
Nieto, vecinos de esta ciudad, reconocieron un solar de casa principal del vínculo
de los Pachecos Herreras que goza dicho don Diego Gijón y Herrera, vecino de la
expresada villa de Almodóvar, el cual está hecho corral de la expresada casa de
los Melgares, y linda por detrás con la citada muralla.
Después
de otra serie de descripciones, se comunica a los propietarios de dichas casas
y vecinos, que dentro de dos meses que se
le señalan por primer término las levanten y reparen bajo del apercibimiento
que pasado y no lo haciendo, se proceda a la venta, tasa, regulación, venta y
depósito. Lo mismo se hace con los
dueños ausentes.
[1] A.H.C.R.
Reconocimiento de los solares
y sitios arruinados de casas de esta ciudad por la Real Justicia de ella en
virtud de carta de orden del S. D. Blas Jover y Alcázar del Consejo de Castilla
y Superintendente de la provincia.
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