Se me había pasado. Lo siento. En
estos días de asueto –como han podido apreciar he dejado de publicar artículos
en las ajetreadas jornadas carnavalescas-, me percaté que no había recordado
una efeméride sustancial vinculada a nuestro Carnaval, a nuestras fiestas
tradicionales, como se llamaban antes por mor de los avatares de la dictadura
franquista, que represalió incluso, como pueden leer en un post sobre el particular en este mismo blog, al propio vocablo carnaval, sin duda por lo dañino de su
esencia y proyección. Bueno, a lo que iba. En el denominado Libro del Carnaval inserté un artículo
–que también está en este blog- sobre las dos efemérides que pudieran
celebrarse –recordarse- este año vinculadas al Carnaval: los 250 años de la
fundición y colocación de la campana del Reloj
Suelto, elocuente protagonista de nuestro antruejo, y el centenario del acomodo
de la Campana Gorda en la torre de la Catedral, germen del vals Toñito, el himno del Carnaval. La
primera, efectivamente, cumplirá fecha en junio y la segunda en septiembre.
Todavía hay tiempo para recordarlo. Pero se me había pasado, y por eso reitero
mis disculpas, otra efeméride sustancial del antruejo rodericense: pasado
mañana, viernes, se cumplirán 50 años de la declaración de las fiestas tradicionales
de Ciudad Rodrigo –léase Carnaval del Toro- como Fiesta de Interés Turístico.
El
20 de febrero de 1965, Antonio José García Rodríguez-Acosta, subsecretario de
Turismo del Ministerio de Información y Turismo, que ostentaba el ínclito
todoterreno político gallego Manuel Fraga Iribarne, firmaba la resolución que
concedía a las “fiestas tradicionales de Ciudad Rodrigo (Salamanca)” el “título
honorífico de Fiesta de Interés Turístico”, implícitamente de ámbito nacional.
La resolución, no obstante, no entró en vigor hasta su publicación en el Boletín Oficial del Estado, apareciendo
en el número 67, correspondiente al 19 de marzo de 1965, fecha que, por lo
tanto, serviría para fijar el cómputo temporal de la declaración del Carnaval
del Toro como Fiesta de Interés Turístico, calificación que considero bastante
más relevante que la concedida hace poco tiempo –el 6 de octubre de 2011- por
la Junta de Castilla y León, calificando a nuestro peculiar antruejo como
espectáculo taurino tradicional, un saco sin fondo que paulatinamente se va
nutriendo con nuevas declaraciones.
Resolución ministerial de la declaración de las Fiestas Tradicionales de Ciudad Rodrigo como Fiesta de Interés Turístico |
Haciendo
un pequeño repaso a la legislación sobre la materia, hay que recordar que la
denominación de Fiesta de Interés Turístico fue creada por el citado ministro
Fraga Iribarne por orden ministerial de 30 de septiembre de 1964. Esta
denominación se extendió hasta 1979, año en el que se aprobó una reforma
legislativa que distinguía varias categorías en las denominadas fiestas
tradicionales: Fiesta de Interés Turístico Internacional, Fiesta de Interés
Turístico Nacional y la ya conocida como simple Fiesta de Interés Turístico,
que acabaría desapareciendo. La orden ministerial, firmada por Juan Antonio
García Díez, ministro de Comercio y Turismo en el gobierno de Adolfo Suárez,
tiene fecha del 29 de enero de 1979.
En
1980, concretamente en el BOE número
41, de 16 de febrero, aparece la primera relación de fiestas turísticas en
diferentes categorías. La nómina de Fiestas de Interés Turístico Nacional se
nutre con 29 declaraciones, entre ellas, ocupando el número 22, y por delante
de La Alberca, se encuentran nuestras todavía “fiestas tradicionales”, porque
la denominación oficial de Carnaval del
Toro no se asentaría hasta poco tiempo después y de la mano del colectivo
Interpeñas. Nos encontraríamos, pues, ante otra efeméride vinculada a este
capítulo festivo: se han cumplido 35 años de la declaración efectiva como Fiesta
de Interés Turístico Nacional.
Seguimos
con la legislación en materia festiva. En 1987, en el BOE del 27 de octubre, se publica una reforma sobre la declaración
de fiestas de interés turístico, que dejarán de ser competencia del Estado para
pasar a depender de las distintas comunidades autónomas, naciendo las
denominadas Fiestas de Interés Turístico Regional, título que también ostenta
el Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo y que, por imperativos legales, es el
que le correspondería ahora a nuestro antruejo conjuntamente con el de espectáculo
taurino tradicional.
La
historia es así... ¡Qué le vamos a hacer!
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