Volvemos con Sánchez Cabañas y los posibles nuevos capítulos de la Historia civitatense o de los libros de las antigüedades de España. Sobre el particular, hay un post sobre el verraco del puente en este mismo blog en el que valoro la posibilidad de que estemos frente a un complemento de lo hasta ahora conocido sobre los escritos y capias de los trabajos del capellán de coro cacereño que se enfrascó en la composición de la historia de Ciudad Rodrigo más completa.
Toro en el puente romano de Salamanca. Foto Tamorlan |
Son decenas, recuerdo, los supuestos nuevos capítulos que agrandarían, en caso de certificarse su autoría, los escritos de Antonio Sánchez Cabañas. Hoy, ya que hace unos días publiqué el referido a la figura zoomorfa de nuestro verraco, quisiera también seguir con este tipo de representaciones. En concreto, y está referido como el capítulo 21 en la copia que he manejado del Archivo Histórico Nacional, Cabañas -con todas las reservas- nos apunta la existencia de la representación del toro o buey con un denso relato mitológico del que se salvan algunas referencias concretas sobre el origen y colocación de algunas de estas figuras. Es el caso del toro del puente de Salamanca o de la fundación de la villa de Toro, en Zamora. Por otra parte, y principalmente al final del capítulo, el prebendado cacereño hace referencia puntual y detallada de la estatua dedicada a la diosa Ceres, base de la propia denominación de la citada ciudad extremeña, ofreciendo datos de sus distintas ubicaciones hasta que en 1616 fue colocada en la Plaza Mayor, junto a las casas consistoriales.
Repito, se trata de una transcripción del soporte documental. El texto, su esencia, es inverosímil en muchos aspectos y farragosa su lectura; pero considero que tiene la suficiente relevancia para difundirlo y que sean otros críticos quienes lo evalúen. La transcripción es la que sigue:
Cap. 21. De la figura de toro o
buey que se alla en algunos lugares de España y de su significado
No contento Osiris con que su
muger fuesse adorada por diossa y le ofreciessen sacrificios, porque como fue
el que plantó la ydolatría en España y duró hasta que en ella se predicó el
sancto Evangelio, dio a los españoles otros ritos y zeremonias para que le
reuerenciacen [sic] y adorasen por Dios, pues avía sido el que auía vnido los
bueies para arar y senbrar las tierras y por esto les mandó que no matassen los
bueies, porque ayudauan a labrar y cultivar los campos y heredades. De aquí
tuuo su origen el quedar Hércules Egipcio por memoria y en honrra de su padre
Osiris la figura del toro o buey que se ve en algunos lugares, como en el
puente de Salamanca y en la ciudad que por la figura de toro de piedra que se
halló en ella se llamó la ciudad de Toro, ciudad nobles y principal en Castilla
La Vieja, [a] orillas del famoso río Duero y bien conocida por los famossos
vinos que dentro de sí encierra.
Para
declarar Ouidio estos ritos y ceremonias que dio Osiris para que con ellos
sacrificasen a su hermano y muger Isis, vino a dezir
A boue sucinti cultros, romouete
ministri,
Bos aret ygnauiam sacrificate
suem
apta iugo ceruix, non est
ferienda securi
vivat et in dura sepo laboret
humo.
Cossa es muy
asentada auer estado el rey Oriris en España y auer dado la muerte al tirano
Gereón y dexando en el reyno a sus tres hijos lominos, que quiere decir príncipes,
a los quales, por caussa de su padre, después los llamaron gereones. Se bolvió
a su reyno de Egipto, adonde fue muerto a trayción por un hermano que tenía,
llamado Thifón. Por vengar su muerte, su hijo Hércules vino a España y venció
en batalla de perssona a perssona a los grereones, quitándoles la vida, porque
fueron en el número de los conjurados contra su padre Osiris. Después de esto,
hizo Hércules grandes sacrificios a sus dioses por auer alcançado la victoria,
conbidando para ellos a todos los más antiguos y principales lusitanos, según
refiere Brito en su monarchía lusitana. Estos sacrificios fueron en el templo
de Zeres, el qual avía fundado Osiris, su padre, en honrra de su hermana y
muger Isis.
En el lugar
que por auerle fundado Gereón se llamó Gerea y por el templo y estatua de Zeres
se llama agora Cáceres, pueblo bien conocido en Estremadura por la mucha
nobleza de linajes que tiene[1].
Con estas
fietas y sacrificios, Hércules aficionó a la jente lusitana de tal modo que no
salían un punto de lo que les mandaua y con esto entró seguro por la tierra adentra,
y auiendo llegado al Sacro Promontoio, llamado assí por auer sido sepultado en
esta punta de tierra el patriarca Tubal, primer poblador despaña y por auerse
hallado en él muchos años después el cuerpo del glorioso mártir sanct Vicentte,
se llama agora Cabo de Sanct Vicente. En este sitio fundó Hércules un sumptuoso
templo en honrra de su padre Osiris y en él ynstituyó ritos y modos de
sacrificar según la costunbre y uso de los egipcios. Deste templo habla
Estrabón y Artemidoro, y lo refiere el obispo de Girona y otros autores. Estos
ritos y zeremonias duraron en Lusitania largos años. Y Estrabón, en el lugar
citado[2],
dizen que tenían los que yvan a visytar el templo de Hércules tal costumbre y
ceremonia que quando el sol se quería poner ninguno quedaua dentro ny osaua
llegar donde estaua hasta el siguiente día, porque entonces ya se les premitía
y les era lícito entrar dentro y ofrecer sacrificios.
El obispo de
Girona dize que duraron los vestigios y ruinas deste templo con las señales de
su grandeza hasta el tiempo de Clauio Tholemeo.
Hércules,
dexando en el reyno de España a su hijo Híspalo, se fue a Italia y según
refiere Berosso Babilónico, siendo ya viejo, boluió a los celtíberos, que son
los españoles, en el año treynta y nueue del rey Altades de Babilonia, reynando
en España el rey Hispán, su nieto, por quien esta provincia se llamó España y
por muerte del rey Hispán entró a reynar Hércules, y rreynó asta acabar su
uida. Fue sepultado en la ysla de Cáliz y los españoles le fundaron templo y le
dedicaron sacerdotes que le ofreciesen sacrificios y le adoraron por Dios.
Estatua de la diosa Ceres en Cáceres |
Las memorias
de sus heroicos hechos se conzeruan oy enn muchos lugares de España, como
también se conserva la ymagen y estatua de su madre Ysis, que llamaron Zeres,
la qual pusso su padre Osiris, que llamaron Júpiter, en la antiquíssima villa
de Cáceres. Estuuo primero esta estatua al pesso de la harina y porque della,
por ser tan antigua, dieron el nombre a esta noble villa, acordó el consistorio
trasladarla junto a las cassas del Ayuntamiento y del correjidor, a un lado de
la Plaza Mayor, y por ser tan antigua la renovaron y le pusieron el brazo
derecho que le faltaua con el manojo de espigas y levantaron sobre un pedestal
en el qual esculpieron estas letras e inscripción: Por tradición de historiadores
antiguos, se sabe que los romanos dedicaron esta estatua a la diosa Ceres, en
esta villa de Cáceres.
Trasladosse al
sitio que tiene ahora el año de 1616 por mandado del regimiento, siendo
coregidor don Pedro de Zauallos y Escobedo, caballero del ábito de Santiago,
natural de la villa de Ocaña.
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