Quiero rescatar hoy la memoria de dos ilustres mirobrigenses, dos hermanos procedentes de una linajuda familia de Ciudad Rodrigo que han dado nombre a una de las calles señeras del casco histórico rodericense. Me refiero a la familia de los Cáceres y en concreto a dos de sus miembros más destacados por su faceta científica, como son Francisco Pablo Joaquín Cáceres de la Torre y su hermano Toribio, al que ya hemos citado en alguna ocasión por sus vínculos con el proyecto y construcción del pantano del Águeda.
Sobre Pablo Cáceres hay distintas reseñas en internet. Una de ellas procede del blog de David Val Palao -Apuntes de un cronopio- en su afán por esclarecer el origen y proyección de la baronía de Yecla, título que ostentaron nuestros protagonistas. En su buceo por las fuentes bibliográficas se acercó al libro Un instituto enraizado en la sociedad, de Juan José Alzugaray, recogiendo las notas que este autor dedica a Pablo Cáceres y que transcribo, aportando, entre corchetes, algunos datos:
Toribio Cáceres de la Torre |
Hay ocasiones en que el
investigador fracasa en sus pesquisas. Por más que se obstina en abrir puertas
y celosías, no acierta a encontrar la llave salvadora. Todo en su derredor
permanece oculto, inaccesible. Y ésta es desgraciadamente una de ellas. Tras la
desesperada búsqueda, casi el vacío absoluto. Algunos datos sueltos del
personaje, incapaces de componer un apunte biográfico bien armado. Y nada más.
Nace Pablo
Cáceres de la Torre hacia el año 1857 [concretamente el 15 de enero, siendo bautizado al día siguiente en la pila de San Isidoro de Ciudad Rodrigo] en un lugar que no se ha podido precisar [queda aclarado].
Decide estudiar la novedosa carrera de ingeniero industrial. Marcha a
Barcelona, donde radica la única escuela. Termina la carrera de Ingeniería
Industrial en 1877, en la especialidad química, con el número uno de su
promoción. No contento con ello se gradúa también en la especialidad de
mecánica en 1879.
Sabemos que
ejerce la enseñanza como catedrático en la Escuela de Ingenieros de Caminos de
Madrid. Y que el Rey Alfonso XIII le concede el 13 de mayo de 1890, por méritos
que desconocemos, el título de barón de Yecla. Es el primer barón de Yecla.
Cáceres tiene
inquietudes profesionales y una buena visión de futuro. Pertenece a la Junta
Directiva de la Asociación Nacional de Ingenieros Industriales. Y allí se le
ocurre la excelente idea de reunir las cinco asociaciones nacionales de
ingenieros existentes (Agrónomos, Caminos, Industriales, Minas y Montes) en una
sola institución, que pasa a llamarse Instituto de Ingenieros Civiles, al
objeto de aunar esfuerzos y saberes, y alcanzar un mayor provecho y prestigio.
Cáceres
redacta los estatutos, convence a unos y otros, y logra al fin su propósito. El
Instituto de Ingenieros Civiles se pone en marcha en enero de 1905. Pablo
Cáceres de la Torre es su primer presidente. Su idea ha triunfado.
Cinco años más
tarde, en 1910, vuelve a corresponderle la presidencia del Instituto a la
Asociación de Ingenieros Industriales, por riguroso turno anual rotatorio, y
nuevamente Cáceres desempeña el cargo de presidente a satisfacción de todos.
Con el tiempo, será designado Miembro de Honor de la distinguida corporación.
Tras esa
fecha, ha sido imposible encontrar más datos. Se sabe que un Pablo Cáceres de
la Torre murió asesinado en Madrid a consecuencia de la guerra en los últimos
meses de 1936, pero se desconfía que pudiera ser el fundador del Instituto de
Ingenieros Civiles. Tendría al morir, en ese caso, cerca de 80 años.
Pablo Cáceres de la Torre se había casado con su prima Sara Formento y Uriarte, matrimonio del que no hubo descendencia. Tengo que certificar que el citado Pablo, fusilado en Madrid, es realmente nuestro protagonista. Así se constata en el estudio Aristócratas muertos en la Guerra Civil española, de Alfonso Bullón de Mendoza. Dice al respecto que Pablo Cáceres de la Torre, barón de Yecla, presidente de las Conferencias de San Vicente de Paúl, [fue] detenido en su casa el 25 de agosto de 1936 por diez milicianos pertenecientes a la CNT del Puente de Vallecas: "Le sacaron a rastras, porque enfermo y viejo no podía andar y en la madrugada del siguiente fue villana, cobarde y canallescamente asesinado" [afirmación del marques de San Juan de Piedras Albas en su libro Héroes y mártires de la aristocracia española. Julio de 1936-marzo de 1939]. Acto seguido saquearon su casa, hecho habitual tanto en los domicilios de los aristócratas asesinados como entre los de aquellos que por encontrarse fuera de Madrid lograron salvar la vida.
Carlos Mezquita, en el mismo blog de David Val, aclara que Pablo Cáceres después de su viudez dedicó casi
todas sus actividades a obras de celo católico, visitando en nombre de las
Conferencias de San Vicente, a los pobres de las proximidades del Puente de
Vallecas durante mucho tiempo. A pesar de haber siempre procurado conservar el
incógnito, debía ser muy conocido por allí, y al servicio de aquel Ateneo
Libertario estaba el automóvil en que fue conducido al detenerlo un grupo de milicianos
en su domicilio, calle de Sagasta, 20, en la tarde del 25 de Agosto de 1936. Su
piso fue saqueado en incautado en nombre de la C.N.T.
Fueron infructuosas cuantas
investigaciones se hicieron para averiguar su paradero, hasta que una gran
casualidad hizo descubrir su cadáver en el Depósito judicial, tres horas antes
de conducirlo a la fosa común.
Allí constaba con sus nombres y título; fue asesinado en la pradera de
San Isidro y pudo ser perfectamente identificado, recobrado y sepultado en
nicho perpetuo del cementerio entonces municipal, el día 28 de agosto de 1936.
Continúa David Val afirmando por otra parte que después de
leer esta página, única que he encontrado sobre la vida de Pablo Cáceres de la
Torre, pocas conclusiones se pueden obtener. Asimismo, he encontrado que el
segundo barón de Yecla fue Toribio Cáceres de la Torre, hermano de Pablo, ya
que éste murió sin descendientes.
De Toribio
Cáceres, poca información hay. Al parecer, siguió los pasos de su hermano, y
durante 1915 fue presidente de la Real Sociedad Española de Física y Química.
También parece que estuvo casado con María del Carmen de la Bastida y Careaga,
III condesa de Ardales del Río y I baronesa de Yecla, puesto que el 3 de agosto de
1951, ABC publicaba una esquela con motivo del primer aniversario de la muerte
de Doña María del Carmen, otorgándole tales títulos nobiliarios.
Tras su muerte
en 1954, el título pasa a manos de Cristian de Nogales Quevedo, convirtiéndose
así en tercer barón de Yecla. El tal Nogales Quevedo era tercer nieto de una
hermana de Toribio y Pablo Cáceres de la Torre, que era la poseedora del
Señorío de Yecla, sobre el que se creó la baronía.
Esta baronía se refiere al pueblo salmantino de Yecla de Yeltes, asentada en el solar de su casa, en la alquería de Traguntía
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