Como todos sabéis, este año se cumplen dos efemérides vitales en la figura del pintor mirobrigense Celso Lagar Arroyo. Por un lado, se conmemora el 125 aniversario de su nacimiento y simultáneamente los 50 años de su muerte, acaecida en Sevilla en 1966, después de 11 años de penuria física y económica tras la muerte en 1955 de su esposa, la escultora Hortensia Begué, suceso que enloquecería a nuestro paisano y que le llevaría a la tumba tras una década nula en su producción artística. Lagar se autoconsideraba el fundador de la técnica pictórica conocida como planismo, una vanguardia que fue, generalmente, mal entendida o comprendida por la crítica. Por eso, mantuvo siempre un esfuerzo por explicarla, por darse también a conocer cuando exponía en galerías de Barcelona o de Madrid, antes de asentarse definitivamente en París para formar parte de la primera generación de la denominada Escuela de París.